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Sector Automotriz espera que el gobierno amplie los cupos para importar
Sábado 24 de enero de 2015
Fabricantes de autos, a la espera de más dólares
Las empresas aguardan que el Gobierno amplíe los cupos para importar
La imprevisibilidad parece dominar la escena en un año electoral. El sector automotor -el más perjudicado del complejo industrial argentino en 2014- no conoce aún con cuántos dólares contará para producir vehículos durante este año.
Sin embargo, según contaron a LA NACION fuentes cercanas a las terminales automotrices, el Gobierno estaría convocando a las empresas la semana próxima para incrementar cerca de 50% el cupo de divisas con que contaban hasta diciembre. Hasta ahora, el sector recibe US$ 100 millones mensuales, a los que suma US$ 96 por repartir entre las compañías que pueden declarar grandes inversiones en el país.
Según fuentes empresariales, el nuevo cupo estaría cerca de US$ 240 o US$ 250 millones por mes, lo que representaría una mejora parcial, ya que las terminales dicen precisar cerca de US$ 300 millones mensuales para normalizar su producción. Además, gracias a la "cuotificación" de divisas que coordinan el Ministerio de Economía y el Banco Central (BCRA), acumularon deudas de más de US$ 2500 millones con sus proveedores del exterior.
"Aún no se definió", dijeron días atrás a este medio cerca del Gobierno sobre la disponibilidad de dólares para este año. Nadie logró confirmar la visión que surgió de las empresas, aunque éstas se esperanzaron con los incrementos de los cupos para los electrónicos y electrodomésticos de Tierra del Fuego, y para las motos, que el oficialismo amplió esta semana. Entonces, voces oficiales esgrimieron que el análisis del sector automotor es más "complejo".
La producción de vehículos y los sectores vinculados se derrumbaron durante 2014 un 21,2% (ver aparte). Las razones de la caída fueron varias. La devaluación de más de 30% en promedio empujó el precio de los autos -fuertemente vinculados al dólar- un 48% anual. La suba de tasas impuesta por el Gobierno y el impuesto a los autos de alta gama -que ya afecta a los medianos- destrozó el mercado interno, a pesar de los intentos de reactivación que llegaron desde el Gobierno con los programas Procreauto I y II.
A esto se sumó un importante freno de la demanda industrial brasileña, que en 2015 inició un ajuste. Pero la restricción de dólares fue el mayor golpe e incluso terminó restringiendo la oferta de autos durante 2014.
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