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martes, 25 de agosto de 2015

Los problemas de China obligarían a la Fed a posponer el alza de tasas

Daniel

13:45 (hace 15 minutos)
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martes, 25 de agosto de 2015

Los problemas de China obligarían a la Fed a posponer el alza de tasas


Martes, 25 de Agosto de 2015 0:03 EDT
China escogió un muy mal momento para desperdiciar décadas de buena voluntad de los inversionistas y desencadenar una feroz ola de ventas en todo el mundo.
Para la Reserva Federal, las réplicas de este terremoto amenazan con postergar una vez más su retorno a la normalidad de las tasas de interés y esta demora podría durar más que lo que los inversionistas sospechan.
Para el mercado accionario de Estados Unidos, esto significa probablemente más turbulencias, pero no una catástrofe. De hecho, algunos sectores pueden llegar a beneficiarse.
Afortunadamente, no es probable que la situación en China lleve a una recesión en EE.UU. Si bien China es mucho más grande que lo fue, no consume suficientes productos “Made in the U.S.A” como para hacer mucha mella en el crecimiento estadounidense. Las exportaciones estadounidenses de bienes y servicios a China equivalen a menos del 1% del producto interno bruto [de EE.UU.] y sólo 2% de los ingresos de las empresas listadas en el S&P 500 son directamente atribuibles a China, según Goldman Sachs.
Además, la capacidad de China para atraer actividad económica de EE.UU., como ocurrió con la industria ligera y la fabricación de muebles, está muy disminuida. Ya se ha recogido la fruta madura.
Y debido a que los mercados financieros chinos siguen siendo bastante cerrados, no hay posibilidades de contagio en el sistema bancario de EE.UU. Por otra parte, hay compensaciones importantes, como la reducción de precios que los consumidores estadounidenses pagarán por la gasolina y otros bienes gracias a la crisis mundial de los productos básicos.
En cambio, el problema de la Fed con China es más bien que la inflación en EE.UU. se alejará aún más de su objetivo del 2%. Esto plantea problemas a más largo plazo para los inversionistas.
Para complicar las cosas, la caída de los mercados de China no es una típica explosión de una burbuja; lo que ha explotado es también la burbuja de la confianza en la capacidad de Beijing para manejar a su voluntad a la segunda economía del planeta. Aunque los inversionistas se habían acostumbrado a la idea de que China no crecería con la misma rapidez que en el pasado, seguían pensando que la burocracia económica de supuestos expertos sería capaz de navegar los problemas del endeudamiento y el exceso de capacidad industrial.
Por el contrario, Beijing se ha mostrado volátil y errada. El programa de rescate que el gobierno puso en marcha este año para la deuda local fue mal concebido y apresurado. Los funcionarios que habían permanecido con los brazos cruzados mientras una gran burbuja bursátil crecía gracias a una montaña de préstamos al margen lanzaron un caótico y quijotesco programa de rescate cuando aquella comenzó a desinflarse. Este mes, las medidas para liberalizar la moneda china y una rápida marcha atrás terminaron de asustar a los inversionistas.
El lunes, Beijing puede haberse dado cuenta finalmente de la inutilidad de sus intervenciones, negándose a oponer mucha resistencia cuando el Indice compuesto de Shanghai cayó otro 8,5%. Esta es la décima vez este año que el índice cayó más de 5%. A esto le siguió una ronda caótica en Wall Street en la que el Promedio Industrial Dow Jones cayó inicialmente más de 1.000 puntos (alrededor de 6,6%) antes de recortar las pérdidas.
Esta turbulencia ha echado por tierra con los planes de la Fed para comenzar a subir las tasas de interés. De hecho, con el mercado laboral ganando terreno y la economía luciendo más firme, 82% de los economistas encuestados por The Wall Street Journal a principios de este mes previeron que un primer ajuste de los niveles de tasas, actualmente cerca de cero, llegaría en septiembre.
Ese pronóstico ya no aplica. Septiembre está todavía entre las opciones de la Fed, pero los mercados tendrán que calmarse para esa fecha. Ahora, además, los inversionistas dan una baja probabilidad a que la Fed tome esa medida el mes que viene. Si los mercados no se calman, un aumento de tasas podría sacudir aún más a los agitados mercados.
La preocupación más grande, sin embargo, son los efectos a largo plazo de los problemas de China, especialmente para la inflación en EE.UU.
La combinación del exceso de capacidad y la desaceleración de la economía china ha impulsado la caída de los precios de los productos básicos. Esto se reflejará en los precios de EE.UU., no sólo en los de las materias primas sino en los de todos los bienes que se fabrican con ellas. Por otra parte, el exceso de capacidad de China la está empujando a cobrar menos por lo que exporta, lo que reduce los precios de los bienes de consumo a nivel mundial. Sumada al derrumbe chino, la fortaleza del dólar agregará mayor presión bajista a los precios.
En junio, los responsables de políticas de la Fed previeron un aumento del índice de precios básicos, que excluye alimentos y energía, de entre 1,3% y 1,4% para el cuarto trimestre respecto del año anterior. Eso parece hoy demasiado optimista. Y si Beijing sigue saltando de rescate en rescate, las expectativas de la Fed de un aumento de la inflación el año que viene serán también cuestionadas. En estas circunstancias será difícil elevar las tasas, aunque sea por muy poco.
Para las acciones—exceptuando las de energía y minería, por supuesto—esto podría ser buena noticia en el corto plazo. Aunque China ha sido el detonante de la desorganización del mercado, los inversionistas ya estaban expectantes ante la perspectiva de un ciclo de endurecimiento de la Fed.
Además, si los problemas de China no tienen realmente un gran impacto en la economía de EE.UU. y los precios de la gasolina siguen cayendo, otros sectores podrían beneficiarse: las acciones de consumo cíclicas, los servicios públicos y la vivienda. Mientras tanto, y mientras la economía siga creciendo, la persistencia de una muy baja inflación y un bajo rango de meta con las tasas no representan un gran problema para la Fed.
La cuestión es que algún día otra recesión golpeará, aun cuando China no sea la causa. Imposibilitada de luchar contra ella con los convencionales recortes de tasas de interés, la Fed podría verse obligada a utilizar nuevamente las herramientas no convencionales que se desarrollaron durante la crisis financiera.
Eso implicaría el riesgo de que los mercados financieros se disocien aún más de los inversionistas reales de la economía, que se verían así empujados a aventurarse todavía más en territorio desconocido cuando deberían estar encontrando su camino de regreso a la normalidad.

Daniel

13:47 (hace 14 minutos)
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martes, 25 de agosto de 2015

China: 4 medidas para impulsar su economía

HONG KONG (CNNMoney) — 
No hay que presionar el botón de pánico a causa de la crisis financiera de China todavía: el Gobierno tiene algunos trucos bajo la manga.
En los últimos meses, Pekín batalla para combatir una caída en el mercado de valores y los signos de una fuerte desaceleración en su economía, lo cual incluyó permitir una sorpresiva devaluación de su moneda.
[La incertidumbre se aceleró este lunes, pues los mercados financieros tuvieron severas caídas por los temores de que el Gobierno sea incapaz de mantener la actividad económicas].
Aún así, la segunda mayor economía del mundo tiene mucha capacidad de reacción. Éstas son cuatro herramientas que los analistas dicen que China podría implementar para estimular la actividad.
1) Acciones del Banco Central
El Banco Popular de China podría bajar las tasas de interés, haciendo que sea más barato tomar préstamos. También podría reducir la cantidad que los bancos deben mantener en reserva, dijo Khiem Do de Baring Asset Management. Eso les permitiría prestar más a empresas y hogares.
Ambas opciones “aumentarán la liquidez en la economía y también... en el mercado de valores”, dijo.
2) Inversión en infraestructura
A pesar de la rápida urbanización, China aún necesita más infraestructura: en carreteras, autopistas, trenes subterráneos, abastecimiento de agua, salud y mucho más.
“La inversión en infraestructura puede mejorar la rentabilidad general del capital físico y humano de una economía, y por lo general ocurre durante —no después— de un periodo de rápido desarrollo e industrialización de un país”, dijo Wang Tao de UBS. “En el corto plazo, la inversión en infraestructura podría contribuir directamente al crecimiento del PIB”.
Dicho gasto no garantiza el crecimiento en el largo plazo, pero podría comprarle a China algo de tiempo hasta que la inversión empresarial y el gasto del consumidor se recuperen.
3) Más estímulo fiscal
A pesar de que eso inflaría la deuda pública, “por el momento (China) todavía tiene espacio para aumentar el gasto fiscal”, escribieron analistas de UBS. Eso es porque China todavía tiene un déficit presupuestario relativamente bajo en comparación con otras de las principales economías.
Por ejemplo, Pekín podría considerar reducir impuestos, lo cual ayudaría a impulsar el consumo, dijo el economista en jefe de Deloitte para China, Xu Sitao.
De cara al futuro, los expertos esperan que el país revise sus políticas presupuestarias y fiscales en una crucial reunión política en octubre.
4) Fuegos artificiales políticos
El Comité Central del Partido Comunista de China se reunirá este otoño para aprobar su plan de cinco años para 2016-2020.
Si el Gobierno central logra proponer recomendaciones de políticas eficaces a partir de la reunión —o al menos da la apariencia de haberlo hecho— hay una posibilidad de que eso restaure la confianza en el crecimiento, escribió el economista de BNP Paribas Xingdong Chen en una nota de investigación.
Una de los medidas de política más importantes sería reformar las empresas estatales para combatir la ineficiencia y el despilfarro, dijo Chen.

Daniel

13:48 (hace 13 minutos)
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martes, 25 de agosto de 2015

Banco central chino inyecta 23.400 millones de dólares en sistema bancario y hace rebotar a las bolsas.


Pekín, 25 ago (EFE).- El Banco Popular de China (central) inyectó hoy un total de 150.000 millones de yuanes (unos 23.400 millones de dólares, 20.300 millones de euros) en el sistema financiero del país para aumentar su liquidez.
El banco central chino explicó, en un comunicado publicado por la agencia oficial Xinhua, que la reducción de la liquidez disponible en el mercado, causada por la devaluación del yuan, ha hecho necesaria esta intervención.
El ente emisor abrió una línea de financiación a los bancos chinos a través de acuerdos de recompra inversa ("repos"), por los que se venden valores condicionados a un compromiso para recomprarlos posteriormente, con un vencimiento a siete días y un interés de un 2,5 %.
Se trata de la mayor intervención del banco central chino en el sistema financiera con operaciones realizadas directamente en el mercado desde enero del año pasado, y supera a la inyección de 19.000 millones de dólares de la semana pasada, que vencía .
Por otra parte, el banco central también extendió la semana pasada otros 17.000 millones a 14 bancos a través de servicios de préstamo a medio plazo (MLF, en inglés) con un vencimiento a seis meses.
El emisor chino ha realizado múltiples inyecciones de liquidez en los últimos dos meses para garantizar la estabilidad del sistema financiero chino, en un periodo de turbulencias por la crisis de la bolsa, primero, y después por las devaluaciones del yuan de la semana pasada.
El pasado 25 de junio el banco central rompió más de dos meses de sequía e inició una serie de inyecciones para asegurar que hubiera liquidez disponible.
En las dos semanas siguientes, cuando la crisis bursátil se encontraba en su apogeo, introdujo un total de 455.000 millones de yuanes (unos 71.000 millones de dólares, 64.300 millones de euros), sumando los instrumentos a corto y a medio plazo.

Daniel

Archivos adjuntos13:50 (hace 11 minutos)
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martes, 25 de agosto de 2015

Precios de casas en EEUU subieron en junio: S&P/Case-Shiller

MANNHEIM, Alemania (Reuters) - El Banco Central Europeo confía en que su programa de compra de activos impulse la inflación hacia su objetivo pero está preparado para tomar medidas adicionales en el caso de que se produzca un cambio material en las perspectivas inflacionarias, dijo el vicepresidente de la entidad el lunes.
"Confío en que la implementación total del programa de compra de activos del sector público y privado, como se anunció, lleve a un retorno sostenido de las tasas de inflación hacia niveles consistentes con nuestra definición de estabilidad de precios", dijo Vitor Constancio en una conferencia.
"Como siempre, el Consejo de Gobierno sigue preparado para utilizar todos los instrumentos disponibles en su mandato para responder a cualquier cambio material en las perspectivas de la estabilidad de precios", añadió Constancio.
El BCE está comprando activos por 60.000 millones de euros cada mes como parte de su programa para reencauzar la inflación hacia el objetivo de que se ubique apenas por debajo del 2 por ciento.
(Reporte de John O'Donnell y Francesco Canepa; Traducido en la Redacción de Madrid; Editado en español por Ana Laura Mitidieri)