Tras intensas negociaciones
EEUU: luz verde en el Senado para evitar el abismo fiscal
Demócratas y republicanos del Senado de Estados Unidos llegaron a un acuerdo en el diferendo sobre el presupuesto, que finalmente evitó el denominado "abismo fiscal" y ahora deberá ser aprobado por la Cámara de Representantes lo antes posible, según pidió el presidente estadounidense, Barack Obama.
El Senado aprobó esta mañana el texto, negociado por el vicepresidente demócrata Joe Biden y el republicano Mitch McConell, con una mayoría aplastante de 89 votos a favor y 8 en contra.
La media "evita una subida de impuestos para el 98 por ciento de los estadounidenses y el 97 por ciento de los dueños de pequeños negocios", dijo el presidente Barack Obama, quien instó a la Cámara de Representantes a "aprobar sin dilaciones" el proyecto de ley hoy mismo.
La cámara de diputados, controlada por republicanos, se reunirá como muy pronto sobre las 17 hora local para deliberar, pero no se espera para este martes la votación.
La emisora estadounidense CNN citó al jefe del grupo republicano en esa cámara, Eric Cantor, asegurando que aún no se ha decidido la votación, por lo que no se espera que tenga lugar este martes. Con ello, Obama no podría ratificar este martes el acuerdo, algo necesario para su entrada en vigor.
Para contar con el visto bueno de la Cámara de Representantes se necesitaría el voto a favor de casi 30 escaños de las filas conservadoras, que hasta ahora se había mostrado firmemente decidida a no acompañar la propuesta demócrata.
Los líderes de los dos partidos anunciaron que tienen que estudiar el acuerdo. Anteriormente se creía que el acuerdo estaría cerrado antes de la apertura de los mercados financieros el miércoles, pero ahora no se espera que haya consenso antes de mañana miércoles o incluso del jueves.
La votación en el Senado se produjo durante la madrugada, dos horas después de que expirase el plazo para la entrada automática (el 1 de enero) de una serie de subidas de impuestos a gran escala e importantes recortes en ayudas, lo que se conoce como el "abismo fiscal". Pero con el acuerdo se ha conseguido evitar esa subida de impuestos y posponer los recortes.
"Todavía queda trabajo para reducir nuestra deuda", dijo Obama, pero el acuerdo asegura "que vamos a continuar reduciendo el déficit a través de una combinación de nuevos recortes en el gasto y nuevos ingresos de los estadounidenses más ricos".
Con el pacto alcanzado ahora, las exenciones fiscales para la clase media se prolongarán, pero los hogares con ingresos superiores a 450.000 dólares al año (341.000 euros) pagarán más impuestos.
"Ni los republicanos ni los demócratas consiguieron todo aquello que querían, pero este acuerdo es lo correcto para nuestro país", añadió Obama.
Los republicanos intentaron mantener los recortes de impuestos a todos los ricos, y los
demócratas pretendían que la subida de tasas comenzara a partir de los que ganan más de 200.000 o 250.000 dólares.
Según fuentes de las filas demócratas, las partes acordaron que los recortes de ayudas que automáticamente entraban en vigor en 2013 a gran escala se aplazaran durante dos meses para ganar tiempo y diseñar un mejor programa de ahorro.
Los medios señalan que el compromiso prevé que se prorroguen las ayudas para más de dos millones de desempleados. A cambio, los demócratas acordaron aumentar menos de lo inicialmente deseado el impuesto de sucesiones.
La deuda de Estados Unidos asciende ya a 16 billones de dólares por una serie de factores que han ido acumulando durante la década anterior, como los recortes de impuestos de la era Bush, las guerras de Irak y Afganistán, así como la recesión y la crisis económica y la burbuja inmobiliaria.
El secretario de finanzas, Timothy Geithner, ya advirtió que la deuda alcanzó a fin de año su límite de 16,4 billones de dólares, con lo que comenzará una reestructuración del presupuesto para que el país pueda seguir siendo solvente al menos dos meses más.
Por otra parte ello supone que el Congreso tendrá que aumentar el techo de deuda otra vez, a más tardar, a finales de febrero o comienzos de marzo, precisamente cuando tendrán que fijarse las partes del programa de ahorro postergadas, según el acuerdo de hoy.
Y el acuerdo no será fácil: republicanos como el senador John MacCain ya han dejado en claro que quieren aprovechar la subida del techo de deuda para imponer sus propuestas de ahorro. McCain dejó entrever el lunes una fuerte disputa.
El Senado aprobó esta mañana el texto, negociado por el vicepresidente demócrata Joe Biden y el republicano Mitch McConell, con una mayoría aplastante de 89 votos a favor y 8 en contra.
La media "evita una subida de impuestos para el 98 por ciento de los estadounidenses y el 97 por ciento de los dueños de pequeños negocios", dijo el presidente Barack Obama, quien instó a la Cámara de Representantes a "aprobar sin dilaciones" el proyecto de ley hoy mismo.
La cámara de diputados, controlada por republicanos, se reunirá como muy pronto sobre las 17 hora local para deliberar, pero no se espera para este martes la votación.
La emisora estadounidense CNN citó al jefe del grupo republicano en esa cámara, Eric Cantor, asegurando que aún no se ha decidido la votación, por lo que no se espera que tenga lugar este martes. Con ello, Obama no podría ratificar este martes el acuerdo, algo necesario para su entrada en vigor.
Para contar con el visto bueno de la Cámara de Representantes se necesitaría el voto a favor de casi 30 escaños de las filas conservadoras, que hasta ahora se había mostrado firmemente decidida a no acompañar la propuesta demócrata.
Los líderes de los dos partidos anunciaron que tienen que estudiar el acuerdo. Anteriormente se creía que el acuerdo estaría cerrado antes de la apertura de los mercados financieros el miércoles, pero ahora no se espera que haya consenso antes de mañana miércoles o incluso del jueves.
La votación en el Senado se produjo durante la madrugada, dos horas después de que expirase el plazo para la entrada automática (el 1 de enero) de una serie de subidas de impuestos a gran escala e importantes recortes en ayudas, lo que se conoce como el "abismo fiscal". Pero con el acuerdo se ha conseguido evitar esa subida de impuestos y posponer los recortes.
"Todavía queda trabajo para reducir nuestra deuda", dijo Obama, pero el acuerdo asegura "que vamos a continuar reduciendo el déficit a través de una combinación de nuevos recortes en el gasto y nuevos ingresos de los estadounidenses más ricos".
Con el pacto alcanzado ahora, las exenciones fiscales para la clase media se prolongarán, pero los hogares con ingresos superiores a 450.000 dólares al año (341.000 euros) pagarán más impuestos.
"Ni los republicanos ni los demócratas consiguieron todo aquello que querían, pero este acuerdo es lo correcto para nuestro país", añadió Obama.
Los republicanos intentaron mantener los recortes de impuestos a todos los ricos, y los
demócratas pretendían que la subida de tasas comenzara a partir de los que ganan más de 200.000 o 250.000 dólares.
Según fuentes de las filas demócratas, las partes acordaron que los recortes de ayudas que automáticamente entraban en vigor en 2013 a gran escala se aplazaran durante dos meses para ganar tiempo y diseñar un mejor programa de ahorro.
Los medios señalan que el compromiso prevé que se prorroguen las ayudas para más de dos millones de desempleados. A cambio, los demócratas acordaron aumentar menos de lo inicialmente deseado el impuesto de sucesiones.
La deuda de Estados Unidos asciende ya a 16 billones de dólares por una serie de factores que han ido acumulando durante la década anterior, como los recortes de impuestos de la era Bush, las guerras de Irak y Afganistán, así como la recesión y la crisis económica y la burbuja inmobiliaria.
El secretario de finanzas, Timothy Geithner, ya advirtió que la deuda alcanzó a fin de año su límite de 16,4 billones de dólares, con lo que comenzará una reestructuración del presupuesto para que el país pueda seguir siendo solvente al menos dos meses más.
Por otra parte ello supone que el Congreso tendrá que aumentar el techo de deuda otra vez, a más tardar, a finales de febrero o comienzos de marzo, precisamente cuando tendrán que fijarse las partes del programa de ahorro postergadas, según el acuerdo de hoy.
Y el acuerdo no será fácil: republicanos como el senador John MacCain ya han dejado en claro que quieren aprovechar la subida del techo de deuda para imponer sus propuestas de ahorro. McCain dejó entrever el lunes una fuerte disputa.