La Nacion:
Los bancos se comprometen a una leve baja de las tasas
Es parte de un pacto de buena voluntad que empieza con un corte de un punto en los adelantos en cuenta.
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Los bancos se comprometieron a darle en las próximas horas un "empujoncito extra" al proceso de tenue ajuste a la baja que, desde hace días, muestran las tasas de interés.
Ante la autoridades del Banco Central (BCRA), prometieron recortar en al menos un punto porcentual la tasa que cobran por el financiamiento operativo concedido a las empresas, es decir, básicamente las líneas de adelantos en cuenta corriente (descubierto) o descuento de cheques y valores. Tras haber duplicado su costo al cabo de los últimos meses, estas líneas no sólo dejaron de expandirse sino que se contrajeron en torno al 1% el último mes.
Esto quiere decir, por ejemplo, que el costo de los adelantos de muy corto plazo, que a mediados de noviembre llegó a partir del 25% anual para empresas con buena reputación deudora -y actualmente ronda el 23% anual (según las estadísticas del BCRA)-, debería ubicarse desde las próximas horas en torno al 21/22 por ciento anual.
"Es el compromiso inicial. Si podemos ir más allá con el correr de los días la intención es recortarlas algo más. Pero para eso también debería comenzar a bajar el costo de los depósitos", indicó uno de los banqueros privados que ayer participaron del cónclave desarrollado en la sede del BCRA.
Del mismo participaron representantes de los bancos Galicia, Santander-Río, Citibank, BBVA-Francés, Macro, HSBC, Patagonia, Nación, Provincia, Ciudad, Credicoop y de algunas otras entidades financieras con fuerte inserción en créditos al consumo y reunidas en la Asociación de Banca Especializada (ABE). Los recibieron la ratificada presidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, y su vicepresidente, Miguel Pesce.
El sector buscó así dar una señal de colaboración para tratar de evitar que el brusco salto que registró en los últimos meses el costo del dinero genere las condiciones para que la actividad económica se enfríe aún más aceleradamente de lo que ya lo está haciendo y, luego, les endilguen las culpas por ello.
El gesto de "buena voluntad" llegó luego de que la presidenta Cristina Kirchner les reclamara el sábado, en el discurso inaugural de su nuevo mandato, que sean "el instrumento, la palanca para que la economía real se mueva y produzca más". "No me molesta que ganen más dinero", les dijo antes de reclamarles a ellos, y al resto de las empresas, "una colaboración sensata e inteligente".
Con la cancha políticamente marcada, los bancos privados no dudaron en dar una clara señal de aporte. "Tomamos el compromiso de acelerar el proceso de baja de tasas que ya se está dando naturalmente", señaló a LA NACION el presidente del Citi, Juan Brochou, tras el encuentro.
Pero no fue lo único que tuvieron en cuenta para ofrecer este gesto. También ponderaron que, sin una rebaja en las tasas, pueden volver a cederle mercado al Banco Nación (el más líquido del sistema, al ser beneficiario directo de la centralización impositiva que le permite al Tesoro nacional quedarse con ingresos de las provincias), como ya les ocurrió entre 2008 y 2009, dado que esa entidad ya adelantó su intención de tirar hacia abajo las tasas promedio del sistema podando algo más las suyas.
No en vano días atrás el presidente del BBVA-Francés, Ricardo Moreno, había reconocido en un cóctel brindado a la prensa la incidencia que esa institución tiene en el mercado. "Por su enorme estructura, es el que realmente marca los precios. Tiene una gran presencia en el mercado y salió muy fuerte con el descuento de cheques", concedió al diario El Cronista.
Desde el BCRA dejaron trascender que el tema excluyente de la convocatoria de ayer era la situación del crédito y de sus costos. "Se les recomendó no repetir la experiencia de la crisis de 2008 y se les reclamó que bajen las tasas en todos los segmentos, pero muy especialmente en los préstamos al sector productivo. Se comprometieron a empezar a hacerlo desde mañana, en un proceso gradual, arrancando por los adelantos en cuenta corriente", detallaron voceros de la entidad monetaria.
Desde la visión de Mercedes Marcó del Pont, con los depósitos volviendo a crecer (ver infografía), "no hay argumentos que justifiquen este nivel de tasas".
Los banqueros privados, precavidos, prefirieron no discutir el punto. Algunos de ellos ya tuvieron fuertes encontronazos con la funcionaria, que en alguna ocasión reciente los recibió degustando un té de tilo diciendo que acudía a esa pócima para buscar la calma que con sus conductas le habían hecho perder.
Pero al salir cruzaron números que dejan a la vista que el ajuste a la baja tiene límites. "En noviembre llegamos a pagar 19,3% promedio por captar depósitos. Hoy bajamos, pero sólo al 18,6%. Con ese costo de la materia prima será difícil", se sinceró otro banquero.
La acelerada reinyección de pesos que lleva adelante el BCRA en las últimas semanas (unos $ 11.000 millones en los últimos 40 días, al cancelar vencimientos no renovados de Letras y Notas, y otros $ 3100 millones en lo que va del mes por la recuperación del poder para comprar dólares) puede aportar algo, aunque al riesgo de cortar el proceso desaceleración que venía mostrando la inflación.