Los inversores aguardan con expectativa la reunión de la UE.
Wall Street sube apoyado en los sectores financiero e inmobiliario tras conocerse que las ventas de viviendas usadas subieron en abril a su tasa más alta de casi dos años, en otra señal de que el mercado inmobiliario está camino a una recuperación.
Además, se traslada el optimismo de los recintos bursátiles del Viejo Continente por las nuevas medidas para enfrentar la crisis europea. Sucede cuando mañana se reunirán los líderes de los 27 países en Bruselas para una cumbre informal que estará centrada en el futuro económico del bloque.
Las expectativas están concentradas sobre todo sobre Francois Hollande. Tras el debut internacional con la doble cita del G8 en Camp David y la cumbre de la OTAN en Chicago, el nuevo presidente francés debutará en la escena europea y está determinado a poner sobre la mesa de Bruselas el tema de los eurobonos.
Por su parte, la confianza también mejoró después de que surgieron noticias que indican que China aceleraría la inversión en infraestructura para combatir la desaceleración.
De todos modos, los inversores advierten que el ánimo sigue siendo frágil debido a las preocupaciones sobre el impacto de una posible salida de Grecia de la Eurozona y los problemas que afectan al sector bancario de España.
"Los operadores deben preservar cautela del tono alentador que rodea a la cumbre (del G8) y China, ya que sólo se trata de discusión en este momento sin un plan de acción real para ambos", dijo un analista.
Más temprano, el índice Nikkei de la bolsa de Tokio subió un 1,1% y amplió el rebote de la jornada anterior gracias a una caza de oportunidades posterior a las ventas de la semana pasada, motivadas por las preocupaciones sobre la crisis de deuda de la Eurozona. Por su parte, el índice Shanghái concluyó con un alza de 1,1% en 2.373,31 puntos.
Además, se traslada el optimismo de los recintos bursátiles del Viejo Continente por las nuevas medidas para enfrentar la crisis europea. Sucede cuando mañana se reunirán los líderes de los 27 países en Bruselas para una cumbre informal que estará centrada en el futuro económico del bloque.
Las expectativas están concentradas sobre todo sobre Francois Hollande. Tras el debut internacional con la doble cita del G8 en Camp David y la cumbre de la OTAN en Chicago, el nuevo presidente francés debutará en la escena europea y está determinado a poner sobre la mesa de Bruselas el tema de los eurobonos.
Por su parte, la confianza también mejoró después de que surgieron noticias que indican que China aceleraría la inversión en infraestructura para combatir la desaceleración.
De todos modos, los inversores advierten que el ánimo sigue siendo frágil debido a las preocupaciones sobre el impacto de una posible salida de Grecia de la Eurozona y los problemas que afectan al sector bancario de España.
"Los operadores deben preservar cautela del tono alentador que rodea a la cumbre (del G8) y China, ya que sólo se trata de discusión en este momento sin un plan de acción real para ambos", dijo un analista.
Más temprano, el índice Nikkei de la bolsa de Tokio subió un 1,1% y amplió el rebote de la jornada anterior gracias a una caza de oportunidades posterior a las ventas de la semana pasada, motivadas por las preocupaciones sobre la crisis de deuda de la Eurozona. Por su parte, el índice Shanghái concluyó con un alza de 1,1% en 2.373,31 puntos.