El tradicional índice de Wall Street volvió a bajar, el S&P 500 cedió 0,1% y el Nasdaq ganó 0,1%. Sucedió luego de las profundas bajas de la jornada anterior. En Europa, Fráncfort perdió 2%, París 1,9%, Londres 1,4% y Madrid 0,8%. El Nikkei japonés retrocedió 1,7%.
Wall Street culminó con mayoría de bajas luego de conocerse una serie de datos sobre la macroeconomía de EEUU. Las bolsas de Europa operaron en sintonía con la plaza noyorkina y descendieron hasta 2%.
El Departamento de Trabajo anunció que la cifra semanal de solicitudes de subsidio por desempleo en Estados Unidos bajó la semana pasada en 6.000 y se situó en 422.000, un descenso algo menor de lo esperado por los analistas, mientras que el promedio de solicitudes en cuatro semanas, un indicador más claro de la tendencia, bajó en 14.000 peticiones y quedó en 425.000.
Ese mismo ministerio informó además de que la productividad de los trabajadores en Estados Unidos aumentó a un ritmo anual del 1,8 % entre enero y marzo después de un incremento del 2,9 % en los tres meses anteriores.
Además se informó que los pedidos a las industrias manufactureras sufrieron en abril un descenso neto, según cifras publicadas por el Departamento de Comercio en Washington. Según los datos corregidos de variaciones estaciónales, los pedidos retrocedieron a 1,2% en abril con respecto a marzo, cuando habían pegado un salto a 3,8%.
Esto ocurre después de que los malos datos macroeconómicos sobre actividad en el sector manufacturero y empleo en el sector privado de EEUU, así como la nueva rebaja de la calificación de la deuda griega, provocasen que el Dow Jones ayer terminara su primer día de junio con un descenso del 2,2%.
Por su parte, los principales recintos bursátiles del Viejo Continente operaron en negativo en sintonía con Wall Street. El mercado espera el resultado de las conversaciones entre FMI, UE y BCE con el gobierno heleno para asegurar los objetivos de déficit.
El índice Nikkei registró una caída pronunciada de 1,7% arrastrado por los decepcionantes datos macroeconómicos de Estados Unidos y la creciente incertidumbre política después de que el primer ministro Naoto Kan dijera que abandonará su cargo una vez logre tener bajo control la crisis nuclear.