Previsible hundimiento del peso
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Previsible hundimiento del peso: otro quebradero de cabeza para Telefónica, BBVA y el Santander
Cristina VallejoLos analistas anticipan caídas del 25% en la divisa argentina y limitada reacción del banco central. Una caída tan fulgurante de la moneda puede dañará a las empresas españolas expuestas al país.
El resultado de las elecciones primarias que ayer se celebraron en Argentina y que se saldaron con la derrota del presidente Mauricio Macri y la victoria del candidato Alberto Fernández, que va en compañía de Cristina Fernández de Kirchner, no ha sido del gusto de los mercados. El primer síntoma se observa en el comportamiento de los bonos del país latinoamericano que cotizan en los mercados europeos, que se desploman, disparándose su rentabilidad.
Aunque las empresas españolas expuestas a Argentina, sobre todo Telefónica, BBVA y el Santander, de lo que pueden estar más preocupadas es del previsible impacto del resultado electoral en el peso argentino. Estas tres multinacionales españolas obtienen más del 5% de sus ingresos en el país latinoamericano.
Santander hace apenas semanas ratificaba su apuesta por Argentina con el propio Mauricio Macri inaugurando su nuevo edificio de 42.000 metros cuadrados en el país y en el que trabajarán 2.000 empleados. En la actualidad, Santander cuenta con 9.000 empleados, 3,7 millones de usuarios y se sitúa entre las primeras posiciones en volumen de créditos del país.
BBVA, que hace unos días vendía su filial en Paraguay, cuenta con 6.300 empleados en Argentina y ya en 2018 tuvo que hacer frente a un impacto contable de 266 millones de euros por la hiperinflación en ese país. Con vistas a este año, la entidad preveía una contracción de la actividad del 1% en Argentina, después de la caída del 2,4% de 2018, para a continuación recuperarse en torno al 2,5% en 2020.
En cuanto a Telefónica, los analistas de UBS le recomendaban hace unos días la desinversión en Argentina (y en toda América Latina, a excepción de Brasil), lo que, en opinión del banco, no sólo le ayudaría a reducir su deuda, sino también a la reducción del riesgo divisa.
De acuerdo con las previsiones de la división argentina del banco de inversión brasileño BTG Pactual, la divisa argentina podría caer un 25% en la sesión de hoy. Es un impacto inmediato que las compañías españolas sufrirán en sus ingresos. Y es especialmente dañino por la rapidez con la que previsiblemente se producirá, ya que impide cualquier margen de maniobra.
Y las grandes multinacionales no son las únicas empresas españolas con intereses en Argentina. Otras compañías con inversiones en el país son Mapfre, Indra, Gestamp, Dia o Codere. Destacan sobre todo estas dos últimas, con un 13% y un 23% de sus ingresos anuales obtenidos en ese país.
La gran cuestión: la relación del kirchnerismo con el FMI
De fondo, lo que le preocupa al mercado es cuál será la relación de un posible Gobierno liderado por el peronismo de izquierdas con el Fondo Monetario, a cuyo rescate Mauricio Macri tuvo que recurrir para sacar al país de la espiral de la fuga de capitales en la que se vio inmerso a mediados del año pasado. Desde entonces, el banco central argentino ha desarrollado una política monetaria muy estricta y dura y ha intervenido en el mercado de futuros con la bendición del FMI.
En cuanto a la capacidad de Argentina de contener la depreciación del peso en esta crisis, Carolina Gialdi, de BTG, comentaba en Bloomberg que no espera que el banco central intervenga incluso si la caída del valor de la moneda llega al 30% porque sería un masivo desperdicio de reservas internacionales, lo que sólo empeoraría las cosas y terminaría poniendo aún más presión al tipo de cambio.
"El peso probablemente sufrirá, pero el banco central tiene capacidad de darle soporte. Sin embargo, la gente no quiere ver una semana entera con un peso cada vez más débil y al banco central gastando dólares para darle soporte", añade James Barrineau.
Whitney Baker, de Totem Macro, manifestaba una posición diferente: sí espera la intervención del banco central argentino si hay una gran presión sobre la moneda.
Baker también expresa que la reacción que puedan tener los inversores contra los activos argentinos podría provocar que el resultado electoral del próximo 27 octubre sea muy diferente al de ayer: el electorado, a la vista de lo que sucede con el peso, con la deuda y con la Bolsa, podría cambiar la orientación de su voto.
Aunque el inventario de empresas españolas con exposición a América Latina no es muy abultado y el volumen de ingresos que obtienen en ese país tampoco es muy relevante, no hay que perder de vista la posibilidad de un contagio de la caída del peso a otros países emergentes, sobre todo a los latinoamericanos, lo que extendería el número de afectados y el tamaño del problema. Julian Rimmer, de Investec, no descarta que el pánico inversor que pueda sufrir el peso pueda extenderse a otras monedas, sobre todo a los de países que comparten debilidades con Argentina: el rand sudafricano o la lira turca.
Aunque las empresas españolas expuestas a Argentina, sobre todo Telefónica, BBVA y el Santander, de lo que pueden estar más preocupadas es del previsible impacto del resultado electoral en el peso argentino. Estas tres multinacionales españolas obtienen más del 5% de sus ingresos en el país latinoamericano.
Santander hace apenas semanas ratificaba su apuesta por Argentina con el propio Mauricio Macri inaugurando su nuevo edificio de 42.000 metros cuadrados en el país y en el que trabajarán 2.000 empleados. En la actualidad, Santander cuenta con 9.000 empleados, 3,7 millones de usuarios y se sitúa entre las primeras posiciones en volumen de créditos del país.
BBVA, que hace unos días vendía su filial en Paraguay, cuenta con 6.300 empleados en Argentina y ya en 2018 tuvo que hacer frente a un impacto contable de 266 millones de euros por la hiperinflación en ese país. Con vistas a este año, la entidad preveía una contracción de la actividad del 1% en Argentina, después de la caída del 2,4% de 2018, para a continuación recuperarse en torno al 2,5% en 2020.
En cuanto a Telefónica, los analistas de UBS le recomendaban hace unos días la desinversión en Argentina (y en toda América Latina, a excepción de Brasil), lo que, en opinión del banco, no sólo le ayudaría a reducir su deuda, sino también a la reducción del riesgo divisa.
De acuerdo con las previsiones de la división argentina del banco de inversión brasileño BTG Pactual, la divisa argentina podría caer un 25% en la sesión de hoy. Es un impacto inmediato que las compañías españolas sufrirán en sus ingresos. Y es especialmente dañino por la rapidez con la que previsiblemente se producirá, ya que impide cualquier margen de maniobra.
La gran cuestión: la relación del kirchnerismo con el FMI
De fondo, lo que le preocupa al mercado es cuál será la relación de un posible Gobierno liderado por el peronismo de izquierdas con el Fondo Monetario, a cuyo rescate Mauricio Macri tuvo que recurrir para sacar al país de la espiral de la fuga de capitales en la que se vio inmerso a mediados del año pasado. Desde entonces, el banco central argentino ha desarrollado una política monetaria muy estricta y dura y ha intervenido en el mercado de futuros con la bendición del FMI.
En cuanto a la capacidad de Argentina de contener la depreciación del peso en esta crisis, Carolina Gialdi, de BTG, comentaba en Bloomberg que no espera que el banco central intervenga incluso si la caída del valor de la moneda llega al 30% porque sería un masivo desperdicio de reservas internacionales, lo que sólo empeoraría las cosas y terminaría poniendo aún más presión al tipo de cambio.
"El peso probablemente sufrirá, pero el banco central tiene capacidad de darle soporte. Sin embargo, la gente no quiere ver una semana entera con un peso cada vez más débil y al banco central gastando dólares para darle soporte", añade James Barrineau.
Whitney Baker, de Totem Macro, manifestaba una posición diferente: sí espera la intervención del banco central argentino si hay una gran presión sobre la moneda.
Baker también expresa que la reacción que puedan tener los inversores contra los activos argentinos podría provocar que el resultado electoral del próximo 27 octubre sea muy diferente al de ayer: el electorado, a la vista de lo que sucede con el peso, con la deuda y con la Bolsa, podría cambiar la orientación de su voto.
Aunque el inventario de empresas españolas con exposición a América Latina no es muy abultado y el volumen de ingresos que obtienen en ese país tampoco es muy relevante, no hay que perder de vista la posibilidad de un contagio de la caída del peso a otros países emergentes, sobre todo a los latinoamericanos, lo que extendería el número de afectados y el tamaño del problema. Julian Rimmer, de Investec, no descarta que el pánico inversor que pueda sufrir el peso pueda extenderse a otras monedas, sobre todo a los de países que comparten debilidades con Argentina: el rand sudafricano o la lira turca.
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