La petrolera argentina propiedad de los Bulgheroni, los más ricos del país sudamericano, apostó por los hidrocarburos de esquisto ya en los setenta
Recibidos
| x |
|
9:28 (hace 38 minutos)
| |||
|
lic. Javier Mallo
Alejandro Bulgheroni, que junto a su hermano Carlos posee la mayor fortuna de Argentina según la lista de la revista Forbes —5.100
millones de euros, puesto 283 mundial—, recordó el pasado lunes que en
la primera década de 2000 comenzó con la técnica del fracking (fractura
hidráulica) para extraer hidrocarburos en el Estado de Luisiana. “Hay
lugares de EE UU y Canadá donde la producción de hidrocarburos de
esquisto es rentable con un barril de crudo a 50 dólares. Puede que el
petróleo baje un poco más, pero después subirá a 60 o 70”, pronosticó el
copropietario de Bridas Energy y director honorario de Pan American
Energy (PAE) en La Tribuna América de Inversión —una iniciativa
del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL Ibérico) y Casa de
América, en colaboración con el grupo Prisa (editor de EL PAÍS)—.
No
hubo tiempo durante el evento para que el ingeniero argentino contara
su primera experiencia con el petróleo de esquisto en Argentina, en el
yacimiento patagónico de Vaca Muerta, en 1972, cuando buscaba reservas
de gas y de repente se encontró con que comenzaba a brotar el oro negro.
Por entonces la técnica del frackingno se había desarrollado
lo suficiente como para explotar de forma comercial aquel petróleo. Iban
a pasar otros 10 años hasta que el estadounidense George Mitchell
realizara los primeros intentos de fracturar el esquisto. Por entonces,
Mitchell creó una ciudadela ecológica cerca de Houston, bautizada The
Woodlands, que es donde ahora tiene su pequeña pero lujosa sede la
empresa estadounidense de los Bulgheroni, Beusa Energy.
Desafortunadamente, Alejandro Bulgheroni, de 71 años, tampoco tuvo
tiempo en Madrid de contar las experiencias de su hermano Carlos, de 70,
que negoció entre 1994 y 1996 con los talibanes y otros señores de la
guerra de Afganistán para construir un gasoducto que uniera los
yacimientos que Bridas explotaba en Turkmenistán con Pakistán e India.
Bridas,
que toma su nombre de los rebordes circulares que se utilizan para
acoplar tubos metálicos con tornillo, nació en 1948 como una empresa de
servicios a la industria petrolera. La creó el padre de Alejandro y
Carlos, el inmigrante italiano Alejandro Ángel Bulgheroni, que se mudó
con su familia de la provincia argentina de Santa Fe a Buenos Aires para
probar suerte. Para los años 70 ya había logrado cierto peso en el
sector en Argentina y a finales de esa década comenzó a expandirse al
extranjero. En 1985 el fundador de Bridas murió y sus dos hijos tomaron
el relevo haciendo crecer más a la empresa.
En
los noventa, con la desregulación del mercado petrolero emprendida por
el Gobierno de Carlos Menem, Bridas y las demás compañías privadas del
sector se hicieron con los yacimientos argentinos. En aquellos tiempos,
los Bulgheroni incursionaron en las privatizaciones de Turkmenistán y se
convirtieron en los únicos inversores extranjeros en el área del gas de
esa ex república soviética. Pero con el correr de los años el Gobierno
turcomano fue cambiando las condiciones contractuales para quedarse con
una mayor participación de los pozos y acabó cediéndole el proyecto del
gasoducto a Pakistán a la norteamericana Unocal.
En
1997, Bridas y la estadounidense Amoco pactaron su fusión en América
del Sur. Así nació Pan American Energy (PAE), que en la actualidad
produce el 17% de los hidrocarburos de Argentina, un volumen solo
superado por la estatal YPF (41%), la empresa expropiada a la española
Repsol por parte del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
El mayor grupo petrolero argentino
Bridas
Energy es propiedad de los empresarios argentinos Alejandro y Carlos
Bulgheroni. Esta firma posee el 50% de Bridas Corporation. La otra mitad
es de la estatal China National Offshore Oil Corporation (CNOOC).
Pan
American Energy (PAE) está participada en un 40% por Bridas Corporation
y en un 60% es de la británica BP. PAE es la segunda mayor productora
de hidrocarburos de Argentina, con el 17% de la producción, detrás de
YPF, con el 41%. También está presente en Chile y Bolivia.
Axion
Energy, propiedad de Bridas Corporation, es la tercera mayor refinadora
y comercializadora de combustibles de Argentina, con el 11% del
mercado, detrás de YPF y Shell.
Energy,
de EE UU, también está controlada por la familia Bulgheroni. A finales
de 2013, Beusa Energy tenía reservas declaradas de gas por cinco
billones de pies cúbicos, el doble de lo que atesoraba PAE en Argentina
Amoco,
que después fue comprada por la británica BP, se quedó con el 60% de
PAE, y Bridas, con el 40%. Pero en 2010, ante el apetito chino por las
materias primas latinoamericanas, los Bulgheroni vendieron un 20% de PAE
a China National Offshore Oil Corporation (CNOOC), la tercera petrolera
del país asiático, de propiedad público-privada. PAE cuenta además con
yacimientos en Chile y Bolivia, donde mantiene sus operaciones a pesar
de que el Gobierno de Evo Morales nacionalizó una de sus filiales.
Bridas Corporation, la sociedad de Bridas Energy y CNOOC, comparten
además negocios en Colombia. En 2010 esta firma conjunta le compró a la
norteamericana ExxonMobil su negocio del refino y las gasolineras en
Argentina para crear Axion Energy, que comercializa el 11% de los
combustibles, solo por detrás de YPF y la angloholandesa Shell.
PAE
cimentó su crecimiento al convertir un yacimiento patagónico, Cerro
Dragón, en el mayor de Argentina. En 2007, PAE consiguió que la
provincia de Chubut le renovara la concesión de esa explotación
petrolera hasta 2047. Para los hermanos Bulgheroni la inversión en
Argentina es tan importante como la de EE UU. Así como PAE cuenta con
reservas probadas por 1.615 millones de barriles de crudo y 2,6 billones
de pies cúbicos de gas, la norteamericana Beusa Energy la duplica en
existencias de gas. En Luisiana y Ohio apuestan sin remilgos por el fracking, mientras en la provincia argentina de Neuquén aún desconfían de los altos costes de explotar el yacimiento de Vaca Muerta.
El
maná petrolero de Vaca Muerta, cuyo descubrimiento se remonta a hace
casi 90 años, tiene un enorme potencial en gas (802 billones de pies
cúbicos) y petróleo (27.000 millones de barriles), según un informe de
2013 de la Agencia Internacional de la Energía, lo que supone
multiplicar por diez las actuales reservas de la Argentina. La formación
tiene entre 60 y 520 metros de espesor, lo que permite en algún caso el
uso de perforación vertical, con lo que se reducen los costos de
extracción. Desde 2013, la petolera Chevron encabeza la exploración y
explotación no convencional en Vaca Muerta.