Finanzas Por Ruben Ramallo-Patricio Eleisegui
Viernes 20 de Marzo de 2015 07:00:00
Paradoja: Edenor, la empresa casi quebrada que genera bronca entre usuarios y grandes alegrías a inversores
20-03-2015
La firma tiene que recibir ayuda del Gobierno para no
quedar con patrimonio neto negativo, que la llevaría a perder la
concesión. Debe recurrir a "maquillajes contables" para mostrar mejores
cifras. Hay protestas por apagones mientras la city festeja ganancias
insólitas
Muchos han hecho un gran esfuerzo teórico para explicar en qué consiste el "modelo económico K".
Pero, tal vez no haya nada que lo sintetice y exprese de manera más elocuente que la empresa Edenor.
Convive con un sistema eléctrico al borde del colapso, que deja a oscuras a amplias zonas de Buenos Aires y el Conurbano cada vez que el termómetro sobrepasa los 30 grados. Se observa a usuarios furiosos, que queman neumáticos en las calles como forma de canalizar su malhumor. Da lugar incluso a que los militantes K reclamen su estatización.
Sufre la imposición de tarifas congeladas en niveles varias veces inferiores a los de países vecinos. Y depende de subsidios millonarios como única muleta para seguir operando y pagar los salarios de los empleados.
Sus voceros realizan esfuerzos retóricos para intentar explicar que la compañía hizo tareas de mantenimiento de la red y que no debería haber apagones "siempre y cuando las temperaturas se mantengan en niveles razonables".
Números que espantan
Con alrededor de 7 millones de usuarios, Edenor viene de perder casi $800 millones sólo el año pasado.
Lejos de ser un quebranto aislado, forma parte de una sucesión de números en rojo incluso peores. De hecho, a fines del tercer trimestre de 2014 la propia firma dio cuenta de una pérdida de $1.450 millones.
El balance de Edenor advierte sobre cosas aun peores, como que bajo las actuales condiciones no pueda asegurar que podrá pagar sus deudas.
El Gobierno constantemente debe salir a su rescate. De hecho, autorizó un "maquillaje contable" para que pueda reconocer como crédito unos $2.200 millones por mayores costos derivados de su operatoria.
¿Por qué avaló ese cómputo? Sencillamente porque, de no haberlo hecho, la empresa habría perdido la concesión y tendría que haber iniciado su proceso de liquidación, a raíz de haber quedado con patrimonio neto negativo.
También quedó plasmando en el Boletín Oficial la resolución 32 de la Secretaría de Energía que aprobó "un aumento transitorio en los ingresos" para las dos distribuidoras metropolitanas, retroactivo al 1° de febrero del mes pasado.
Ese beneficio será a cuenta de un futuro aumento de tarifas, que "se lleve a cabo oportunamente", lo que le permitiría mejorar sus ingresos.
Por lo pronto, el déficit operativo es tan abultado que la ayuda del Gobierno a las distribuidoras parece que nunca resulta suficiente.
De hecho, a Edenor y a Edesur deberá otorgarle unos $6.000 millones en concepto de subsidios. Le pagará un valor superior al que las empresas cobran a sus usuarios, de modo tal que obtendrán hasta dos o tres veces más que sus ingresos de 2014.
Las calificadoras de riesgo advierten a los inversores que la empresa seguirá deteriorándose y la nota que le asignan se asimila a la de los "títulos basura".
Cifras que entusiasman
Con estos indicadores sobre la mesa, el precio de sus acciones debería estar por el piso y los inversores considerar a la compañía como un lastre.
Pero en la Argentina todo es posible, y el modelo K se encarga de que sea así.
Cuesta creer, pero desde hace tiempo la firma es la estrella en la bolsa y hasta se "da el lujo" de tener una capitalización bursátil superior a los $9.000 millones.
Más aun, en estos días hay inversores que están multiplicando su capital apostando a su recuperación financiera.
Algunos han intentado explicar el fenómeno. Y, por cierto, más que mirar los "fundamentals" de la empresa, prestan atención a la página de las noticias políticas.
El economista Juan Carlos de Pablo así lo resume: "El precio de la acción sube porque el mercado descuenta que el futuro será mejor que el presente. Es decir, que a partir del 10 de diciembre se producirá un cambio importante".
Desde Cohen Sociedad de Bolsa, Damián Rodríguez cree que la cotización del papel se ve favorecida por los informes de analistas internacionales.
"Desde afuera prevén un escenario futuro mejor para la firma si se normalizan las tarifas, si bien nosotros sabemos que hacer esto en la Argentina no resulta tan sencillo", apunta.
Rubén José Pasquali, de la firma Mayoral, sostiene que se ve beneficiada porque los inversores saben que el Gobierno no la dejará caer: "Los rumores dan cuenta de que le va a dar nuevas ayudas, más allá de la mejora que pudo presentar en su balance".
Por cierto, para apostar por una compañía en la que ella misma advierte que se le dificulta seguir adelante con su operatoria y remitirse sólo a que en el futuro estará mejor, se requiere de una importante dosis de optimismo.
Los últimos balances muestran una situación extremadamente delicada, consecuencia de una estructura de costos crecientes que resulta casi imposible de enfrentar con tarifas congeladas.
En la práctica ello se refleja en el fuerte aumento del déficit operativo, que creció nueve veces en los últimos tres años (pasó de $290 millones en 2011 a la friolera de $2.525 millones mostrados en su último balance).
El siguiente cuadro presenta los gigantescos quebrantos "reales" de la firma que es la que a su vez sigue ofreciendo sorprendentes ganancias "bursátiles":
3. El monto negociado mensual se multiplicó por 10 (desde fines de 2011), con picos de 20 veces (octubre pasado).
4. La capitalización bursátil (precio unitario de la acción por la cantidad) pasó de un mínimo de $590 millones a los $9.200 millones actuales.
De "empresario amigo" a sospechoso
Las contradicciones de Edenor no se limitan al contraste entre su delicada situación financiera y su brillo en la city porteña, ya que comprenden, además, al entorno político.
Marcelo Mindlin, principal accionista de la compañía, pasó de ser el representante de aquello que Néstor Kirchner calificaba hace 10 años como "la nueva burguesía nacional" a estar en la lista negra de Cristina.
Esa nómina está compuesta por un amplio abanico de perfiles de empresarios, desde aquellos que no invierten lo suficiente hasta los sospechados de provocar corridas cambiarias, entre otros actos "desestabilizantes".
La relación de Mindlin con el Ejecutivo es un claro ejemplo de cómo ha mutado el proyecto político kirchnerista.
En la actualidad, el titular de Pampa Energía mantiene con CFK una interacción totalmente distinta a la que tenía con Néstor Kirchner.
De hecho, no faltan los analistas que vinculan los problemas de Edenor con la decisión del Gobierno de mantener "pisados" los precios de la energía hasta que Mindlin se desprenda de la compañía.
En 2005 la posición del empresario era otra. Tras la ruptura con Eduardo Elsztain -socio y amigo en tiempos estudiantiles y con el que iniciara lo que hoy día es IRSA-, Mindlin le compró el 65% de Edenor a Electricité de France (EDF).
La operatoria se concretó en u$s100 millones, obviamente con el aval de Néstor Kirchner. También implicó la aceptación de una deuda en default por casi u$s540 millones.
Unos años antes, los franceses habían tasado a Edenor en u$s1.200 millones. Por aquellos tiempos, las reuniones entre Mindlin y los popes de Energía del kirchnerismo, como Julio De Vido y Daniel Cameron, eran periódicas.
En una de esas ocasiones, el empresario acercó a la Casa Rosada la copia de una nota que dejaba plasmada el retiro por parte de EDF de la demanda entablada por casi u$s1.000 millones contra la Argentina en el Ciadi.
Esa gestión le garantizó la bendición oficial.
Con la expectativa de que los precios de la energía iban a mejorar, Mindlin se lanzó de lleno a la compra de activos y búsqueda de inversores.
Eso le permitió hacer frente a pagos por el 10% de Central Puerto y la parte de Electricité de France en las generadoras mendocinas Nihuiles y Diamante (u$s35,5 millones), entre otros.
De la mano de Mindlin, Pampa Holding y luego la propia Edenor siguieron de "shopping". Así, el empresario sumó seis centrales eléctricas (las hidroeléctricas Los Nihuiles y Diamante, en Mendoza; las térmicas Piquirenda y Güemes, en Salta; Loma La Lata, en Neuquén y Piedra Buena, en Bahía Blanca).
Al 31 de diciembre de 2007, Pampa Holding ostentaba una capitalización de mercado de $3.700 millones (unos u$s1.177 millones al tipo de cambio de esa fecha).
Dolphin, firma que también es propiedad de Midlin, había adquirido el 65% de Edenor por u$s100 millones, pero cuando la distribuidora salió a cotizar en la Bolsa ya valía 10 veces más: u$s1.000 millones.
En otras palabras, el empresario compró un activo por el 10% del valor que tendría dos años más tarde.
"Apagón" para Mindlin
Pero todo cambió con CFK en el poder. En 2010, el titular de Pampa se encontró con la decisión del Gobierno de no aumentar las tarifas, algo que sellaría a fuego las finanzas de Edenor.
Ni siquiera la llegada de Héctor Timerman -primo de Mindlin- a la Cancillería sirvió para aceitar la sintonía que el empresario sí mantuvo durante la gestión de Néstor Kirchner.
Para 2012, el vínculo entre Mindlin y el kirchnerismo estaba totalmente roto.
Edenor informó a Cammesa (la compañía que compra la energía a las centrales que la generan para luego venderla a las empresas que la distribuyen), que el servicio estaba en riesgo por la desactualización de las tarifas.
Culpó directamente al Gobierno del desbarranco financiero de la compañía.
"Son los reiterados incumplimientos del Estado Nacional los reales causantes de los daños y perjuicios que se ocasionan a esta distribuidora", expuso la firma a Cammesa.
La empresa de Mindlin responsabilizó al Ejecutivo por una eventual caída en la prestación del servicio público.
Ese mismo año, Mindlin fue a la Justicia para obtener $100 millones que, a su criterio, el Estado le adeudaba a Transener -también propiedad del empresario, dueña de la infraestructura de transporte de energía-.
Por supuesto, el kirchnerismo replicó: revisó las compras realizadas por el ejecutivo de negocios en los últimos años y hasta fue por más. Divulgó el nombre de Gustavo Mariani, compañero de negocios de Mindlin, como uno de los empresarios que más compró dólares en tiempos de cepo.
En la lista K aparece mencionado de haber adquirido unos u$s12,5 millones sólo en 2011.
Mindlin también formaba parte del listado que develó el oficialismo.
El escenario actual muestra a Edenor perdiendo millones a diario, costos que se disparan al calor de la inflación y tarifas planchadas.
Demasiados inconvenientes para una empresa que al mismo tiempo de dejar a miles de personas sin luz y presentar graves deficiencias en el servicio, brilla en la city porteña y sus acciones no para de batir récords.
Sufren los usuarios, festejan inversores. Una de las mayores paradojas de estos últimos tiempos.
link: http://www.iprofesional.com/notas/208248-Paradoja-Edenor-la-empresa-casi-quebrada-que-genera-bronca-entre-usuarios-y-grandes-alegras-a-inversores
Pero, tal vez no haya nada que lo sintetice y exprese de manera más elocuente que la empresa Edenor.
Convive con un sistema eléctrico al borde del colapso, que deja a oscuras a amplias zonas de Buenos Aires y el Conurbano cada vez que el termómetro sobrepasa los 30 grados. Se observa a usuarios furiosos, que queman neumáticos en las calles como forma de canalizar su malhumor. Da lugar incluso a que los militantes K reclamen su estatización.
Sufre la imposición de tarifas congeladas en niveles varias veces inferiores a los de países vecinos. Y depende de subsidios millonarios como única muleta para seguir operando y pagar los salarios de los empleados.
Sus voceros realizan esfuerzos retóricos para intentar explicar que la compañía hizo tareas de mantenimiento de la red y que no debería haber apagones "siempre y cuando las temperaturas se mantengan en niveles razonables".
Números que espantan
Con alrededor de 7 millones de usuarios, Edenor viene de perder casi $800 millones sólo el año pasado.
Lejos de ser un quebranto aislado, forma parte de una sucesión de números en rojo incluso peores. De hecho, a fines del tercer trimestre de 2014 la propia firma dio cuenta de una pérdida de $1.450 millones.
El balance de Edenor advierte sobre cosas aun peores, como que bajo las actuales condiciones no pueda asegurar que podrá pagar sus deudas.
El Gobierno constantemente debe salir a su rescate. De hecho, autorizó un "maquillaje contable" para que pueda reconocer como crédito unos $2.200 millones por mayores costos derivados de su operatoria.
¿Por qué avaló ese cómputo? Sencillamente porque, de no haberlo hecho, la empresa habría perdido la concesión y tendría que haber iniciado su proceso de liquidación, a raíz de haber quedado con patrimonio neto negativo.
También quedó plasmando en el Boletín Oficial la resolución 32 de la Secretaría de Energía que aprobó "un aumento transitorio en los ingresos" para las dos distribuidoras metropolitanas, retroactivo al 1° de febrero del mes pasado.
Ese beneficio será a cuenta de un futuro aumento de tarifas, que "se lleve a cabo oportunamente", lo que le permitiría mejorar sus ingresos.
Por lo pronto, el déficit operativo es tan abultado que la ayuda del Gobierno a las distribuidoras parece que nunca resulta suficiente.
De hecho, a Edenor y a Edesur deberá otorgarle unos $6.000 millones en concepto de subsidios. Le pagará un valor superior al que las empresas cobran a sus usuarios, de modo tal que obtendrán hasta dos o tres veces más que sus ingresos de 2014.
Las calificadoras de riesgo advierten a los inversores que la empresa seguirá deteriorándose y la nota que le asignan se asimila a la de los "títulos basura".
Cifras que entusiasman
Con estos indicadores sobre la mesa, el precio de sus acciones debería estar por el piso y los inversores considerar a la compañía como un lastre.
Pero en la Argentina todo es posible, y el modelo K se encarga de que sea así.
Cuesta creer, pero desde hace tiempo la firma es la estrella en la bolsa y hasta se "da el lujo" de tener una capitalización bursátil superior a los $9.000 millones.
Más aun, en estos días hay inversores que están multiplicando su capital apostando a su recuperación financiera.
Algunos han intentado explicar el fenómeno. Y, por cierto, más que mirar los "fundamentals" de la empresa, prestan atención a la página de las noticias políticas.
El economista Juan Carlos de Pablo así lo resume: "El precio de la acción sube porque el mercado descuenta que el futuro será mejor que el presente. Es decir, que a partir del 10 de diciembre se producirá un cambio importante".
Desde Cohen Sociedad de Bolsa, Damián Rodríguez cree que la cotización del papel se ve favorecida por los informes de analistas internacionales.
"Desde afuera prevén un escenario futuro mejor para la firma si se normalizan las tarifas, si bien nosotros sabemos que hacer esto en la Argentina no resulta tan sencillo", apunta.
Rubén José Pasquali, de la firma Mayoral, sostiene que se ve beneficiada porque los inversores saben que el Gobierno no la dejará caer: "Los rumores dan cuenta de que le va a dar nuevas ayudas, más allá de la mejora que pudo presentar en su balance".
Por cierto, para apostar por una compañía en la que ella misma advierte que se le dificulta seguir adelante con su operatoria y remitirse sólo a que en el futuro estará mejor, se requiere de una importante dosis de optimismo.
Los últimos balances muestran una situación extremadamente delicada, consecuencia de una estructura de costos crecientes que resulta casi imposible de enfrentar con tarifas congeladas.
En la práctica ello se refleja en el fuerte aumento del déficit operativo, que creció nueve veces en los últimos tres años (pasó de $290 millones en 2011 a la friolera de $2.525 millones mostrados en su último balance).
El siguiente cuadro presenta los gigantescos quebrantos "reales" de la firma que es la que a su vez sigue ofreciendo sorprendentes ganancias "bursátiles":
Si bien la empresa no tiene ingresos de fondos suficientes, el "maquillaje contable" ha permitido mejorar sus números a la vista de los inversores y entes reguladores.
Pese a la magnitud de las pérdidas, la evolución de la compañía en el mercado bursátil es por demás llamativa:
1. El precio de la acción se multiplicó 70 veces en los últimos dos años: pasó de $0,14 (fines de 2012) a más de $10 en la actualidad.
2. Sólo en lo que va del 2015 acumula un repunte del 90%, casi tres veces lo que ha subido el Merval.Pese a la magnitud de las pérdidas, la evolución de la compañía en el mercado bursátil es por demás llamativa:
1. El precio de la acción se multiplicó 70 veces en los últimos dos años: pasó de $0,14 (fines de 2012) a más de $10 en la actualidad.
3. El monto negociado mensual se multiplicó por 10 (desde fines de 2011), con picos de 20 veces (octubre pasado).
4. La capitalización bursátil (precio unitario de la acción por la cantidad) pasó de un mínimo de $590 millones a los $9.200 millones actuales.
De "empresario amigo" a sospechoso
Las contradicciones de Edenor no se limitan al contraste entre su delicada situación financiera y su brillo en la city porteña, ya que comprenden, además, al entorno político.
Marcelo Mindlin, principal accionista de la compañía, pasó de ser el representante de aquello que Néstor Kirchner calificaba hace 10 años como "la nueva burguesía nacional" a estar en la lista negra de Cristina.
Esa nómina está compuesta por un amplio abanico de perfiles de empresarios, desde aquellos que no invierten lo suficiente hasta los sospechados de provocar corridas cambiarias, entre otros actos "desestabilizantes".
La relación de Mindlin con el Ejecutivo es un claro ejemplo de cómo ha mutado el proyecto político kirchnerista.
En la actualidad, el titular de Pampa Energía mantiene con CFK una interacción totalmente distinta a la que tenía con Néstor Kirchner.
De hecho, no faltan los analistas que vinculan los problemas de Edenor con la decisión del Gobierno de mantener "pisados" los precios de la energía hasta que Mindlin se desprenda de la compañía.
En 2005 la posición del empresario era otra. Tras la ruptura con Eduardo Elsztain -socio y amigo en tiempos estudiantiles y con el que iniciara lo que hoy día es IRSA-, Mindlin le compró el 65% de Edenor a Electricité de France (EDF).
La operatoria se concretó en u$s100 millones, obviamente con el aval de Néstor Kirchner. También implicó la aceptación de una deuda en default por casi u$s540 millones.
Unos años antes, los franceses habían tasado a Edenor en u$s1.200 millones. Por aquellos tiempos, las reuniones entre Mindlin y los popes de Energía del kirchnerismo, como Julio De Vido y Daniel Cameron, eran periódicas.
En una de esas ocasiones, el empresario acercó a la Casa Rosada la copia de una nota que dejaba plasmada el retiro por parte de EDF de la demanda entablada por casi u$s1.000 millones contra la Argentina en el Ciadi.
Esa gestión le garantizó la bendición oficial.
Con la expectativa de que los precios de la energía iban a mejorar, Mindlin se lanzó de lleno a la compra de activos y búsqueda de inversores.
Eso le permitió hacer frente a pagos por el 10% de Central Puerto y la parte de Electricité de France en las generadoras mendocinas Nihuiles y Diamante (u$s35,5 millones), entre otros.
De la mano de Mindlin, Pampa Holding y luego la propia Edenor siguieron de "shopping". Así, el empresario sumó seis centrales eléctricas (las hidroeléctricas Los Nihuiles y Diamante, en Mendoza; las térmicas Piquirenda y Güemes, en Salta; Loma La Lata, en Neuquén y Piedra Buena, en Bahía Blanca).
Al 31 de diciembre de 2007, Pampa Holding ostentaba una capitalización de mercado de $3.700 millones (unos u$s1.177 millones al tipo de cambio de esa fecha).
Dolphin, firma que también es propiedad de Midlin, había adquirido el 65% de Edenor por u$s100 millones, pero cuando la distribuidora salió a cotizar en la Bolsa ya valía 10 veces más: u$s1.000 millones.
En otras palabras, el empresario compró un activo por el 10% del valor que tendría dos años más tarde.
"Apagón" para Mindlin
Pero todo cambió con CFK en el poder. En 2010, el titular de Pampa se encontró con la decisión del Gobierno de no aumentar las tarifas, algo que sellaría a fuego las finanzas de Edenor.
Ni siquiera la llegada de Héctor Timerman -primo de Mindlin- a la Cancillería sirvió para aceitar la sintonía que el empresario sí mantuvo durante la gestión de Néstor Kirchner.
Para 2012, el vínculo entre Mindlin y el kirchnerismo estaba totalmente roto.
Edenor informó a Cammesa (la compañía que compra la energía a las centrales que la generan para luego venderla a las empresas que la distribuyen), que el servicio estaba en riesgo por la desactualización de las tarifas.
Culpó directamente al Gobierno del desbarranco financiero de la compañía.
"Son los reiterados incumplimientos del Estado Nacional los reales causantes de los daños y perjuicios que se ocasionan a esta distribuidora", expuso la firma a Cammesa.
La empresa de Mindlin responsabilizó al Ejecutivo por una eventual caída en la prestación del servicio público.
Ese mismo año, Mindlin fue a la Justicia para obtener $100 millones que, a su criterio, el Estado le adeudaba a Transener -también propiedad del empresario, dueña de la infraestructura de transporte de energía-.
Por supuesto, el kirchnerismo replicó: revisó las compras realizadas por el ejecutivo de negocios en los últimos años y hasta fue por más. Divulgó el nombre de Gustavo Mariani, compañero de negocios de Mindlin, como uno de los empresarios que más compró dólares en tiempos de cepo.
En la lista K aparece mencionado de haber adquirido unos u$s12,5 millones sólo en 2011.
Mindlin también formaba parte del listado que develó el oficialismo.
El escenario actual muestra a Edenor perdiendo millones a diario, costos que se disparan al calor de la inflación y tarifas planchadas.
Demasiados inconvenientes para una empresa que al mismo tiempo de dejar a miles de personas sin luz y presentar graves deficiencias en el servicio, brilla en la city porteña y sus acciones no para de batir récords.
Sufren los usuarios, festejan inversores. Una de las mayores paradojas de estos últimos tiempos.
link: http://www.iprofesional.com/notas/208248-Paradoja-Edenor-la-empresa-casi-quebrada-que-genera-bronca-entre-usuarios-y-grandes-alegras-a-inversores