Negro futuro
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Negro futuro
Jaime Díez es licenciado en Administración y Dirección de Empresas y Máster Asesoría Financiera por la Universidad Zaragoza. Actualmente, trabaja como analista y bróker para la firma internacional de inversión XTB
Publicado el Miércoles, 27 de Julio de 2016 | Por: Energía 16
Poco esperamos del precio del crudo durante los próximos meses del año. De momento la evolución del mismo es casi un calco de la que vimos en 2015 y si siguiera este patrón volveríamos a ver caídas. Si bien no hay dos años iguales, los principales argumentos mantienen la presión a la baja sin que las expectativas mejoren de manera significativa.
En primer lugar, el factor que causó las penurias durante final del pasado año y el comienzo de 2016 continúa no sólo vigente sino incrementándose. La producción petrolera global continúa creciendo y vemos los niveles máximos de los últimos meses. La guerra de precios ha servido para que se frenara el ritmo de alzas y se provocara un doloroso saneamiento productivo, sin embargo como vemos el efecto es tibio y no se ha alcanzado el nivel de purga que debería llevarse a cabo. Los niveles actuales de producción ahogan la demanda a pesar de las recortes de producción de países como Canadá, Venezuela o Argelia.
Mientras la oferta sigue siendo la protagonista, la demanda no ayuda y se sitúa a niveles similares a los de finales de 2014 como fiel reflejo de la carente fuerza del crecimiento económico. China e India continúan siendo el referente en el incremento de demanda, sin embargo el futuro de ambos países parece bien distinto. Si bien China mantiene las tasas oficiales de crecimiento con las expectativas, estos datos son los niveles más bajos desde la crisis de 2008. India sin embargo sí que ofrece mayores esperanzas a los productores que ven como el estancamiento Europeo puede pasar factura a largo plazo.
Por último, la presencia de energías alternativas que ya empiezan a calar incluso en la parte microeconómica pueden implicar casi la defunción del crudo. Ya no hablamos de apuestas de países como Uruguay por energías limpias o grandes proyectos que gracias a economías de escalas pueden sacar beneficios que hasta hace poco eran complicados de obtener a minoristas. La ferviente demanda por coches eléctricos en los últimos meses ha supuesto un nuevo varapalo para el petróleo que empieza a ver cómo los años dorados se escapan de su mano. El momento en el que las ciudades y estados apuesten definitivamente por los vehículos eléctricos llenando las calles de puntos de recarga, harán incluso más económicas las energías renovables al incrementar de manera notable su uso.
Poco a lo que agarrarse para el crudo, huelgas, incendios, conflictos bélicos... todo coyuntural para una industria que, como casi todas, debe buscar sus propias alternativas de supervivencia.
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