Evolución del intercambio comercial
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La semana pasada el INDEC publicó el último dato mensual sobre comercio exterior de 2014: el saldo del intercambio comercial argentino en el mes de diciembre se desplomó un 31 % con respecto al mismo mes del año pasado, aportando tan solo U$S 74 millones para el país, en momentos en que cada dólar vale. De este modo, considerando el período en su conjunto, durante todo 2014 el saldo comercial argentino cayó un 16,5 % interanual al registrar un superávit de U$S 6.686 millones contra los U$S 8.005 millones de 2013. El mal desempeño del comercio internacional de Argentina no es una novedad ya que desde el año 2009 el superávit de la balanza comercial de cada año viene siendo constantemente inferior al precedente con la única excepción de 2012 donde debido a una mayor contracción de las importaciones que de las exportaciones, como consecuencia de una menor actividad interna, el saldo registró un alza interanual. Sin embargo el año pasado fue más allá y marcó el récord de ser el del menor superávit externo de los últimos 12 años. De este modo, para encontrar un peor desempeño que el actual es preciso remontarse al año 2001 cuando todavía reinaba el modelo de convertibilidad y el atraso cambiario provocaba estragos en la balanza comercial argentina. Otra característica particular del actual período es que es el primero de la serie analizada en el cuál se dan dos fenómenos en simultáneo: una caída en el nivel general de intercambio comercial y una caída simultánea del saldo de la balanza comercial. En el gráfico se encuentran marcados aquellos años en que, ya sea como consecuencia de recesiones (o menor crecimiento interno) o de shocks exógenos (crisis internacional 2008/2009), el volumen total comerciado por el país con el resto del mundo (exportaciones e importaciones) experimentó contracciones. Si se observa la línea verde que indica el saldo comercial, la misma experimenta pequeños saltos en los años 2002, 2009 y 2012 indicando un aumento en el saldo comercial como consecuencia de una fuerte contracción de las importaciones. Durante 2014 también se registró una contracción del nivel transado pero a diferencia de los anteriores períodos, el saldo comercial no mejoró sino que, como ya se expuso, se contrajo por encima del 16 %. Este fenómeno se debe a una caída de mayor magnitud en las exportaciones que en las importaciones. Mientras las ventas al exterior cayeron un 12 %, las compras del país al resto del mundo lo hicieron en un 11 %. Es que el proceso inflacionario ha deteriorado muchísimo la competitividad del país, encareciendo sus exportaciones y abaratando las importaciones. A este fenómeno general se agregan sectores particulares como el energético que son estructuralmente deficitarios desde hace unos años y el efecto contagio desde Brasil. El país vecino, y principal socio económico, acumula ya algunos años de estancamiento y el impacto en las exportaciones argentinas es directo; está por verse cuáles serán las repercusiones de los cambios que ya está llevando a cabo el flamante Ministro de Economía Levy.
La semana pasada el INDEC publicó el último dato mensual sobre comercio exterior de 2014: el saldo del intercambio comercial argentino en el mes de diciembre se desplomó un 31 % con respecto al mismo mes del año pasado, aportando tan solo U$S 74 millones para el país, en momentos en que cada dólar vale. De este modo, considerando el período en su conjunto, durante todo 2014 el saldo comercial argentino cayó un 16,5 % interanual al registrar un superávit de U$S 6.686 millones contra los U$S 8.005 millones de 2013. El mal desempeño del comercio internacional de Argentina no es una novedad ya que desde el año 2009 el superávit de la balanza comercial de cada año viene siendo constantemente inferior al precedente con la única excepción de 2012 donde debido a una mayor contracción de las importaciones que de las exportaciones, como consecuencia de una menor actividad interna, el saldo registró un alza interanual. Sin embargo el año pasado fue más allá y marcó el récord de ser el del menor superávit externo de los últimos 12 años. De este modo, para encontrar un peor desempeño que el actual es preciso remontarse al año 2001 cuando todavía reinaba el modelo de convertibilidad y el atraso cambiario provocaba estragos en la balanza comercial argentina. Otra característica particular del actual período es que es el primero de la serie analizada en el cuál se dan dos fenómenos en simultáneo: una caída en el nivel general de intercambio comercial y una caída simultánea del saldo de la balanza comercial. En el gráfico se encuentran marcados aquellos años en que, ya sea como consecuencia de recesiones (o menor crecimiento interno) o de shocks exógenos (crisis internacional 2008/2009), el volumen total comerciado por el país con el resto del mundo (exportaciones e importaciones) experimentó contracciones. Si se observa la línea verde que indica el saldo comercial, la misma experimenta pequeños saltos en los años 2002, 2009 y 2012 indicando un aumento en el saldo comercial como consecuencia de una fuerte contracción de las importaciones. Durante 2014 también se registró una contracción del nivel transado pero a diferencia de los anteriores períodos, el saldo comercial no mejoró sino que, como ya se expuso, se contrajo por encima del 16 %. Este fenómeno se debe a una caída de mayor magnitud en las exportaciones que en las importaciones. Mientras las ventas al exterior cayeron un 12 %, las compras del país al resto del mundo lo hicieron en un 11 %. Es que el proceso inflacionario ha deteriorado muchísimo la competitividad del país, encareciendo sus exportaciones y abaratando las importaciones. A este fenómeno general se agregan sectores particulares como el energético que son estructuralmente deficitarios desde hace unos años y el efecto contagio desde Brasil. El país vecino, y principal socio económico, acumula ya algunos años de estancamiento y el impacto en las exportaciones argentinas es directo; está por verse cuáles serán las repercusiones de los cambios que ya está llevando a cabo el flamante Ministro de Economía Levy.
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