Viernes 22 de Marzo de 2013
Por Carlos Burgueño.-
Hay cuatro sectores en la mira
• Moreno analiza abrir ingresos de alimentos y productos de limpiezaPor: Carlos Burgueño
Guillermo Moreno
La amenaza se hizo realidad: por indicación
de Guillermo Moreno, en cuatro rubros claves podrían abrirse las
importaciones para eventualmente bajar los precios actuales. El anuncio
lo hizo ayer Cristina de Kirchner en la Casa de Gobierno, al sostener
que el congelamiento de precios con los supermercados, continuará varios
meses.
Los sectores en la mira son alimentos, lácteos, artículos de limpieza y de consumo personal. Es la recomendación que hizo el secretario de Comercio Interior, luego de evaluar el avance de los primeros dos meses (serán cinco seguros, hasta el 1 de julio) de congelamiento de precios. Fue luego de sacar conclusiones a partir de haberse imbuido en las estructuras de costos del negocio de los súper e hipermercados. Más aún, fueron los empresarios de las cadenas Cencosud (Jumbo, Disco), Carrefour, Walmart los que le aconsejaron al funcionario sobre la posible medida.
Si algo reconoció en los últimos días el secretario, es que efectivamente era verdad que los súper e hipermercados querían sostener los precios, pero había presiones de los productores de alimentos, bebidas, artículos de limpieza y de higiene personal para subirlos bajo amenaza de dejar de proveer. Moreno, además, bendijo a esas cadenas por haberle hecho caso en haber hecho caer las publicidades en los grandes diarios, con lo que los empezó a escuchar más atentamente en lo que éstos proponían.
Faltantes
Moreno tuvo siempre en la mira a cuatro empresas líderes donde según sus inspectores ad hoc se registrarían faltantes importantes eclipsando en algún momento el éxito que el funcionario necesitaba en su congelamiento para que en la economía real se lo tome en serio como una medida útil y estructural.
En un primer momento quiso avanzar con la Ley de Abastecimiento, una norma de 1974 con la que cada tanto el secretario amenaza a los que no responden a sus dictados. Su propia experiencia en los tribunales, donde la aplicación de la norma se frenó con amparos, hizo que buscara otros mecanismos. Allí llegó a la apertura de importaciones. Moreno ya no culpa a los supermercados del problema de los faltantes y las góndolas vacías, sino a los fabricantes.
Luego de un primer fin de semana con reprimendas cruzadas y mixtas de Moreno hacia Carrefour, Cencosud (Jumbo y Disco), Coto y Walmart, las explicaciones de los supermercadistas fueron aceptadas por el funcionario. Éstos hablaron de la imposibilidad de estar al día con las góndolas si desde los fabricantes no hay apoyo al congelamiento vendiendo productos al mismo precio que el original y no «el de reposición».
En general, especialmente las alimentarias y las empresas de bebidas, aceptaron el convite y mejoró la distribución de productos. Sin embargo, hay problemas en los cuatro rubros mencionados. Hacia allí se dirige en estos días la furia morenista. «Muchachos, miren que si fracasa este plan me van a extrañar», dijo en su momento Moreno con sinceridad, sin amenazas, a un alto empresario nacional del rubro de los supermercados, al que el secretario le explicaba la necesidad de que el congelamiento de precios tenga resultados positivos para el Gobierno. Moreno le anticipaba que si el plan de control de precios no genera los resultados esperados, lo que viene son las ideas y proyectos aún más intervencionistas y dirigistas que tiene en mente otro subsecretario: el viceministro Axel Kicillof.
Los sectores en la mira son alimentos, lácteos, artículos de limpieza y de consumo personal. Es la recomendación que hizo el secretario de Comercio Interior, luego de evaluar el avance de los primeros dos meses (serán cinco seguros, hasta el 1 de julio) de congelamiento de precios. Fue luego de sacar conclusiones a partir de haberse imbuido en las estructuras de costos del negocio de los súper e hipermercados. Más aún, fueron los empresarios de las cadenas Cencosud (Jumbo, Disco), Carrefour, Walmart los que le aconsejaron al funcionario sobre la posible medida.
Si algo reconoció en los últimos días el secretario, es que efectivamente era verdad que los súper e hipermercados querían sostener los precios, pero había presiones de los productores de alimentos, bebidas, artículos de limpieza y de higiene personal para subirlos bajo amenaza de dejar de proveer. Moreno, además, bendijo a esas cadenas por haberle hecho caso en haber hecho caer las publicidades en los grandes diarios, con lo que los empezó a escuchar más atentamente en lo que éstos proponían.
Faltantes
Moreno tuvo siempre en la mira a cuatro empresas líderes donde según sus inspectores ad hoc se registrarían faltantes importantes eclipsando en algún momento el éxito que el funcionario necesitaba en su congelamiento para que en la economía real se lo tome en serio como una medida útil y estructural.
En un primer momento quiso avanzar con la Ley de Abastecimiento, una norma de 1974 con la que cada tanto el secretario amenaza a los que no responden a sus dictados. Su propia experiencia en los tribunales, donde la aplicación de la norma se frenó con amparos, hizo que buscara otros mecanismos. Allí llegó a la apertura de importaciones. Moreno ya no culpa a los supermercados del problema de los faltantes y las góndolas vacías, sino a los fabricantes.
Luego de un primer fin de semana con reprimendas cruzadas y mixtas de Moreno hacia Carrefour, Cencosud (Jumbo y Disco), Coto y Walmart, las explicaciones de los supermercadistas fueron aceptadas por el funcionario. Éstos hablaron de la imposibilidad de estar al día con las góndolas si desde los fabricantes no hay apoyo al congelamiento vendiendo productos al mismo precio que el original y no «el de reposición».
En general, especialmente las alimentarias y las empresas de bebidas, aceptaron el convite y mejoró la distribución de productos. Sin embargo, hay problemas en los cuatro rubros mencionados. Hacia allí se dirige en estos días la furia morenista. «Muchachos, miren que si fracasa este plan me van a extrañar», dijo en su momento Moreno con sinceridad, sin amenazas, a un alto empresario nacional del rubro de los supermercados, al que el secretario le explicaba la necesidad de que el congelamiento de precios tenga resultados positivos para el Gobierno. Moreno le anticipaba que si el plan de control de precios no genera los resultados esperados, lo que viene son las ideas y proyectos aún más intervencionistas y dirigistas que tiene en mente otro subsecretario: el viceministro Axel Kicillof.